Aproximadamente desde mediados del siglo XX en España se empezó a celebrar San Valentín. Dicen que fueron Galerías Preciados quien dio pie a esta iniciativa en España.
Desde nuestra más tierna infancia nos han estado enseñando muchísimas cosas que la verdad, para mi, a fecha de hoy son un lastre. Entre ellas esta la celebración del día de San Valentín.
Para mi es muy importante cuestionarme que quiero celebrar, pues en ello pongo todas mis esperanzas, energía y amor.
Yo hoy como el resto de los días, pongo mis sentidos, en celebrar el amor a un nivel más global, a la madre tierra, al reino animales, al reino mineral, al reino vegetal y a los seres humanos. Focalizar la expresión del amor en un sólo día, significa que el resto de los 364 días me puedo relajar y dejar de mostrar lo especial que son aquellos seres que me rodean y lo especial que soy yo.
Cada día en mi mente doy gracias por quien soy, quienes me rodean, por mis dones y virtudes, por mis aprendizajes, por la guía que recibo, por mi salud, familia, amistades, trabajo, por lo que tengo...
En esta sociedad nuestra educación ha sido guiada de una forma muy superficial, los valores son para muchas personas secundarios, porque con ellos el dinero que tienes es menor en la cuenta bancaria. Así sucede que prevalece el poder sobre la empatía y ecuanimidad.
Desde mi perspectiva, para llegar a esta empatía y ecuanimidad hemos de llegar a nuestro corazón. A saber quienes somos, a conocernos y así al poder amarnos, respetarnos, completa y profundamente para sentir y reconocer quien soy, prevaleciendo la empatía y la ecuanimidad.
Todos tenemos desde que nacemos el don de reír. Sin saber porque, sale y cuando desaparece, su estela nos deja en el cuerpo y la mente, un brillo que quienes nos ven, se contagian de ella.
Así que, cuando me amo a mi misma, comprendo que:
* Todos son como yo, con diferentes cuerpos y un mismo potencial “amar”
* Todos tenemos un cuerpo, dones y virtudes maravillosas, únicas e irrepetibles
* Si insulto a otro ser humano, me insulto a mi misma
* Si mato a otro ser humano, me mato a mi misma
* Si robo a otro ser humano, me robo a mi misma
* Si sonrío a otro ser humano, me sonrío a mi misma
* Si abrazo a otro ser humano, me abrazo a mi misma
* Si soy paciente y respetuosa con otro ser humano, lo soy conmigo
misma
* Si felicito a otro ser humano, me felicito a mi misma
......
Y es que yo soy la única persona que me puede dar todo el amor que necesito. Una pareja es una persona diferente a mi, con unos procesos de vida distinto al mío, con unas inseguridades distintas a las mismas, con enseñanzas de vida distintas a las mías y es en ese compartir, donde podemos enriquecernos, nutrirnos, apoyarnos, empoderarnos, guiarnos, amarnos...
Caminará a mi lado, para que con respeto, amor y empatía cuando yo lo necesite me de esa información que necesito para que yo siga caminando con mis potenciales al máximo, gracias a su apoyo y confianza.
Esa idea que me inculcaron de que la pareja era quien me iba a colmar de aquellas necesidades que yo misma soy incapaz de darme, es un engaño. Y así fue la vida.
Desde ya hace un tiempo celebro cada día, amarme, respetarme, valorarme, aceptarme,.... cada día más y más, de la mejor forma que se hacerlo.
Mirarme al espejo y ver quien soy puede darme diferentes reacciones risa, llanto, orgullo, paciencia, amor... y todas ellas me muestran cada día que estoy viva, que me amo con una profundidad de la que hace años era incapaz de pensar que pudiera. Y cada día doy gracias por haber llegado a moldearme desde el carbón para llegar ahora a estar en el camino de moldearme como un diamante.
Estoy en el camino para que desde mi proceso de vida, en mi realidad cree un mundo lleno de amor, donde las guerras y el hambre dejen de existir. ¿Me acompañas?, ¡cuántos más seamos antes lo conseguiremos!.
Hay dos formas de vivir la vida:
en servicio a los demás y a un@ mism@ desde el amor
o a un@ mism@ desde el egoísmo.
Desde mi verdad y con todo mi amor y respeto.
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