No obstante, antes de darme por vencida, decidí ir al bosque para tener una charla con mi sabio amigo Juan, jardinero de vocación.
- Amigo, le dije, ¿podrías darme una buena razón para no darme por vencido?
Su respuesta me sorprendió…
- Mira a tu alrededor, él dijo: ¿Ves el helecho y el bambú?
- Sí, respondí.
- Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di agua, buena tierra y mucha luz. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero seguí cuidándola.
En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero seguí regándola
En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. No renuncié.
Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.
Pero sólo 6 meses después… el bambú creció a más 30mts. Se había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.
Él me dijo:
“Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...quizá sólo estés echando raíces... "
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello de la Semilla del Tzolkin (calendario 13 lunas).
Desde el Tolzkin en todo este año 2018, estaremos influenciados por la energía de transformación creativa de la noche, sino leíste el cuento de esta energía aquí te dejo el enlace para que lo leas (pincha aquí para leerlo)
Agradezco que dejes tus observaciones a este cuento, para ello lo puedes hacer más abajo en comentarios.
del cuento, la misma que la del vídeo
Autor: Anónimo
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