- Sin embargo (resistió el naturalista) tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar a volar.
Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara.
El naturalista la tomó en brazos suavemente y le dijo: “Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela”.
El águila, sin embargo, estaba confusa; no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciendo: “Eres un águila. Abre las alas y vuela”. Pero el águila tenía miedo de su “yo” y del mundo desconocido y saltó una vez más en busca de la comida de los pollos.
El naturalista se levantó temprano el tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a la montaña.
Una vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: “Eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela”.
El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces el naturalista la levantó directamente hacia el sol; el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y, finalmente, con un grito triunfante, voló alejándose en el cielo.
Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es posible que, de vez en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Siempre fue un águila, pese a que fue mantenida como un pollo.
¿A partir de hoy que haré para ser un aguila?
Quizás pensaste que a ti también te gustaría cambiar tu vida. Que ya te sientes mayor y con poca fuerza para cambiar aquello que no te gusta ¿lo pensaste?
Recuerdate todo lo que vales, todo lo que eres y muestrate al mundo, de una forma natural. Acepta en el punto de tu vida que te encuentras. Agradecete todos los cambios que has hecho, porque todos esas crisis te han llevado hoy a despertarte. A darte cuenta, de que no eres lo que ellos quieren que seas, sino que soy, lo que yo quiero ser, lo que me hace sentirme en paz. Eso es lo importante, lo que yo pienso de mi, no lo que piensen los demás.
Y mira a otras personas que ya han dado ese paso,
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