Es la hora de ir despertándose de la siesta y en
Babyradio una alegre canción propone “Un mundo de colores, para que rías y no llores. Escucha bien, pon atención, qué feliz es el color”. Y un locutor invita a imaginar y responder: “Un soledado día de playa, ¿de qué color deberíamos pintar el cielo? ¿Negro? Nooooo ¿Azul? Sííííí”. Los que responden animadamente entre risas y aplausos son niños y niñas. “Un mundo por descubrir”, la coletilla con la que se cierran y abren los programas de una hora.
Mientras las radios informativas nos despiertan casi diariamente con un dato más aciago que el del día anterior, las primas de riesgo compiten por arrastrarnos antes al desastre y otra ristra de términos se repiten confundiéndonos ante su difícil traslación a la maltrecha economía cotidiana, un colectivo de profesionales del periodismo, la pedagogía, el arte, la cultura y otras ramas del saber, han creado una radio dirigida a los menores de 6 años, y a sus padres y madres, para inculcarles que “el mejor regalo es la imaginación” y que con ilusión y formación se puede criar a nuevas generaciones convencidas de que “un sueño es una realidad sin límites”.
Conversamos por Skype con Benjy Montoya, periodista radiofónico y productor musical gaditano que, cuando su pareja se quedó embarazada, empezó “a buscar contenidos y recursos para cuando mi niño naciera. Descubrí que no había nada, que el único precedente había tenido lugar en 1993, Ondamini, pero había durado muy poco. Con dos amigos que también eran padres (y ahora sus socios), descubrimos que se habían realizado 25 millones de búsquedas del concepto ‘radio infantil’ y nos preguntamos por qué nadie la había puesto en marcha. Y así, una cosa llevó a otra hasta descubrir que la marca Babyradio no estaba registrada y ahora la tenemos en Europa, Estados Unidos, Colombia y México… Entonces dijimos, vayamos más allá: creemos la única radio que acompañe a los niños y niñas en su rutina…”.
Efectivamente, la programación de Babyradio acompaña el ritmo de los pequeños, marcando un despertar energético con música folk, una mañana llena de aventuras a ritmo de rock, siestas con clásicos como Bach o Puccini, clases de inglés, hasta que vuelve a caer la noche y comienza el llamado “Viaje al país de la almohada”.
Desde entonces, el éxito ha sido rotundo. Según datos ofrecidos por
Babyradio, tras apenas tres meses emitiendo, han tenido más de 100.000 visitas y
6.000 descargas de su aplicación para teléfonos Apple desde 62 países. Unas cifras impensables si se hubieran decidido por emitir desde Cádiz vía FM, y resultado de una convicción: “Lo hemos hecho porque pensábamos que era lo que teníamos que hacer”. Hace una semana, la Universidad de Cádiz otorgó su premio
atrÉBT a este proyecto como Mejor empresa humanística.
Periodismo Humano. Reivindicáis contenidos realizados desde la creatividad, la innovación y la utilidad. ¿Cómo materializáis este planteamiento?
Benjy Montoya. No tener un gran grupo de comunicación detrás nos ha permitido arrancar con la ilusión y autenticidad de nuestros valores. Todo lo que emitimos es creado por Babyradio: cuentos, canciones, juegos… Incluso los clásicos musicales también son adaptaciones que hemos realizado nosotros. Y todos planteados desde conceptos como la tolerancia, el respeto, la igualdad, el trabajo en equipo, la superación, el creer en uno mismo y en tus sueños. Y, a la vez, a los papás y mámás les inculcamos que crean en los sueños de sus hijos, que potencien su imaginación. Defendemos que la imaginación es el mejor juguete, lo cual es irrebatible. Y, siempre, el último mensaje que lanzamos en el día es “Sueña, sueña, Babyradio, porque llegarás tan alto como puedas soñar y, quién sabe, quizás mañana se hagan realidad”.
Nos da pavor la llamada ‘generación ni-ni’ porque no tienen ilusión, metas, y no saben qué quieren hacer. Queremos acabar con eso y decirle a estas nuevas generaciones que pueden conseguir lo que quieran porque somos conscientes de que son los hombres y mujeres de mañana y, por tanto, las personas que van a hacer de este mundo un lugar mejor.
P. Cuando la narración de nuestro mundo está dominada por el ámbito urbano, Babyradio recupera la naturaleza y la convierte en el espacio cotidiano de la acción. ¿Con qué intención?
B.M. Tiene varias. Primero, a efectos de programación. Hemos creado un universo con cuatro rincones que se asocian con cuatro estilos musicales: en la granja suena folk, en el bosque música celta, en la playa Rock & Roll y Reaggea, y en la selva ritmos tribales y tropicales. De manera que podemos tematizar nuestra radio, darle diversidad sonora y solucionar el problema de la repetición. Porque los niños necesitan la reiteración en su rutina de aprendizaje, y nosotros la damos de manera que puedan escuchar, por ejemplo, ‘El patio de mi casa’ en cuatro versiones diferentes en cuatro horas de programación. Y así los padres también descansan de la repetición.
Y, por otra parte, cuando diseñamos el mundo Babyradio pensamos que tenía que ser con colores, donde reinara el contacto con la naturaleza. Y no hay mejor forma de conseguir que la respeten que haciendo que les resulte familiar. Y la función de nuestro superhéroe, Fly, es lanzar mensajes a favor del Medio Ambiente, y más específicos, como fomentar el reciclaje o contra la deforestación.
P. La música es un elemento fundamental en Babyradio y con estilos aparentemente minoritarios como el folk o la música étnica. ¿Por qué?
B. M. Yo he crecido con un instrumento en la mano en una casa donde siempre sonaba música. Y generas un sexto sentido, el de la emoción, el del sentimiento. Queremos potenciar eso, y con instrumentos reales y no con música hecha a la ligera o con sonidos inventados. Me da mucha rabia cuando hay series, por ejemplo, que sacan una gaita y suena a todo menos a una gaita. Muchos niños no saben a que suena una guitarra u otros instrumentos.
Hemos tenido muy en cuenta la forma de elaborar canciones, las temáticas. Para la noche adaptamos clásicos y hemos huido del llamado efecto Mozart (los supuestos estímulos para la inteligencia de los menores al escuchar al clásico). Hemos buscado menos virtuosismo y más emoción. Y para ellos hemos escogido temas y autores menos habituales como Madame Butterfly, La Bohéme, O mio Bambino Caro, Claro de Luna de Debussy… Somos y queremos ser una alternativa a lo que ya hay.
P. Y la igualdad de género, la coeducación, ¿cómo la habéis desarrollado?
B. M. Usamos el término Babyradio y el personaje con este nombre, que se refiere a todos y todas sin distinción y que participa contínuamente. Y nuestra mascota femenina, Panty, es es
personaje con metas, soñador, con espíritu de líder en la jungla. Es pirata, su barco es el árbol en el que vive y su océano, la charca que le rodea. Representa la visión de futuro.
P. Hay una canción dedicada a los profesores y que dice “porque son los que nos enseñan los secretos de la vida. Gracias por ser así”. ¿Qué relación tenéis y queréis alcanzar con el profesorado y los colegios?
B. M. Es una canción sincera porque queríamos lanzar un homenaje a esta profesión tan castigada por alumnos y padres. También hemos creado una zona para docentes donde ponemos a su disposición nuestros contenidos de manera gratuita para que lo pueda utilizar en su día a día. Por otro lado, estamos a punto de firmar un acuerdo con la Universidad de Cádiz para que los grupos de investigación de psicoterapia y musicología puedan asesorar a Babyradio porque tenemos claro que nuestros contenidos deben ser útiles y así no pueda pasar de moda.
P. En un ambiente de crisis y pesimismo, en Babyradio escuchamos “Cada día que amanece es la oportunidad de aprender muchas cosas”. ¿Qué función tiene el optimismo en la crianza de las niñas y los niños?
B. M. Defendemos la teoría del optimismo por encima de todo, siempre vemos la botella medio llena. Y te lo dicen tres emprendedores que están poniendo en marcha un proyecto con poca ayuda.
En música la nota mayor expresa alegría y la menor, tristeza. En ningún momento utilizamos el tono menor en nuestra programación porque queremos contagiarles de la convicción de que un buen día es el que llega con optimismo, las cosas salen bien cuando uno tiene predisposición. Y los niños tienen una misión importantísima en la vida: jugar es un derecho de los niños, aprender jugando… Pasarlo bien tiene que ser un derecho, no un privilegio.
P. En un momento en que las radios tradicionales intentan convertirse en medios audivisuales en Internet, ¿por qué apostáis por la radio, por el audio?
B. M. La radio, frente a la televisión, con la que no queremos competir, potencia la imaginación. La cultura de la radio te permite hacer muchas otras cosas mientras que la televisión monotematiza la atención. Pero somos una radio del siglo XXI: tenemos canal en Youtube, espacio en Facebook y Twitter, en nuestra web hay recortables, coloreables y fichas para descargar y que permiten estimular la imaginación mientras escuchan la radio.
P. ¿Cómo vais a plantear la Navidad en una sociedad multicultural para que ningún niño se sienta excluido?
B. M. Planteamos estas fiestas como un tiempo estupendo para compartir, potenciar la imaginación y regalar sonrisas.
¿Cómo os sustentáis económicamente y qué planes tenéis para el 2012?
B. M. Por ahora se sustenta sobre nuestros hombros. Tenemos apoyo de la Junta de Andalucía, publicidad -sólo el 6% del tiempo de nuestra programación-, y a principios de año vamos a comenzar con los podcasts para no interrumpir la programación para los menores. Subiremos contenidos con especialistas para los padres y madres sobre, por ejemplo, nutrición. También vamos a abrir una tienda en nuestra web donde se podrán adquirir todos los contenidos que creamos, y estamos preparando una gira de conciertos y espectáculos por España.
Fuente de la información PERIODISMO HUMANO