Un águila hizo su nido junto a una carretera-, lejos del mar, y allí nacieron sus aguiluchos.
Un día en que un grupo de gente trabajaba cerca del árbol, el águila llegó al nido llevando en sus garras un gran pescado. La gente, al ver el pescado, rodeó el árbol y se puso a dar gritos y arrojar piedras al águila.
El águila dejó caer el pescado, y la gente lo levantó y se marchó.
El águila se posó en el borde del nido, y los aguiluchos levantaban sus cabezas y pedían lastimeramente de comer.
El águila estaba cansada y no podía volar otra vez al mar; se metió en el nido, cubrió a los aguiluchos con sus alas, los acariciaba, alisándoles las plumaritas, y parecía pedirles que esperaran un poco. Pero cuanto más los acariciaba, más fuerte se quejaban los aguiluchos.
Entonces, el águila salió del nido y se posó en la rama más alta del árbol.
Los aguiluchos redoblaron sus quejas.
El águila dejó escapar un fuerte grito, extendió las alas y voló pesadamente en dirección al mar.
Regresó muy avanzada la tarde; volaba despacio y bajo, y en sus garras llevaba otra vez un gran pescado.
Cuando se acercaba al árbol, el águila miró en torno para ver si había gente cerca, y, al no descubrir a nadie, plegó rápidamente las alas y se posó en el borde del nido.
Los aguiluchos levantaron la cabeza y abrieron la boca, y el águila despedazó el pescado y les dio de comer.
Este cuento nos habla de la falta de respeto de los humanos hacia el reino animal. Los animales viven en el día día sin acaparar, sin destrozar la naturaleza para un beneficio propio. Y a esta Águila cansada y con obligaciones cómo madre, la situación la lleva a buscar llevar los frutos de su trabajo a sus crías con perspicacia, viendo al humano cómo un enemigo que quiere impedir que sus crías vivan. Recobra las fuerzas acariciando y consolado a los pollo los que pian de hambre para coger fuerzas y atravesar su estado físico para volver victoriosa y cumplir con su cometido como madre. Si encontramos de fondo el reino animal no se enzarza en venganzas, porque está fuera de su programa devolver mal por mal. Ellos viven y dejan vivir.
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello del Águila Tzolkin (calendario 13 lunas).
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello del Águila Tzolkin (calendario 13 lunas).
Desde el Tolzkin en todo este año 2018, estaremos influenciados por la energía de transformación creativa de la noche, sino leíste el cuento de esta energía aquí te dejo el enlace para que lo leas (pincha aquí para leerlo)
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