Todo el día en San Miguel Tejocote se oye el cocoroco de las gallinas, el coin coinc de los puercos y el jijay jijay de los asnos. Pero no siempre fue así. Antes, en San Miguel Tejocote las personas y los animales hablaban el mismo idioma. Creo que antes todos los días eran como una fiesta en donde todos hablaban a la vez.
¿ No sería bueno dijo un niño a don Paciano que yo pudiera hablar con un chichiton (perro) o con mi mizton (gato), o hasta con los animales del bosque, el tochtli (conejo), o mazatl (venado) que todas las tardes baja a beber agua? ¿ No sería bueno feo?
Sí, porque aprenderías mucho de ellos le dijo don Paciano. Cuando hablaban con los animales, los niños eran más listos que ahora. Entonces, por ejemplo, los niños no pedían dinero a cambio de alguna ayuda; no se ponían exigentes ni caprichudos. Coatl, la culebra, les enseño eso a las gentes.
¿ La culebra ?
Esa mera dijo don Paciano, y les voy a contar como estuvo la cosa.
Sucedió que un campesino araba la tierra, cuando oyó que alguien gritaba desde la otra orilla de su milpa. ¡Auxilio! ¡Auxilioooooooooooo!, decía la voz con desesperación. Y allí va el campesino, muy compadecido, para ver qué pasaba. Y va viendo una culebra aplastada por un tronco caído.
Sucedió que un campesino araba la tierra, cuando oyó que alguien gritaba desde la otra orilla de su milpa. ¡Auxilio! ¡Auxilioooooooooooo!, decía la voz con desesperación. Y allí va el campesino, muy compadecido, para ver qué pasaba. Y va viendo una culebra aplastada por un tronco caído.
Ayúdame, por favor dijo la culebra. Si nadie me saca de aquí moriré de hambre y de sed.
El hombre levanto el tronco y salió la culebra. Removió su largo cuerpo, se sacudió las astillas del tronco y dijo:
¡Ay, qué bueno, y ahora te voy a comer!
¡Como! Dijo el campesino. ¡Si acabo de salvarte la vida!
Mesmamente (ciertamente) por eso te voy a comer dijo la culebra, porque como dice el dicho: “El bien con el mal se paga”.
¡Ayyy,no! Dijo el hombre. Estas completamente equivocada. El bien que se hace con el bien se paga. Y la culebra contesto:
¡No, nunca es así! Y te lo voy a demostrar. Vamos a preguntarle a tres animales. Si los tres me dan la razón, te como sin remedio.
Convenidos en esto, encontraron un burro.
Amigo burro le dijo el hombre, yo salve a esta culebra cuando estaba atrapada por un tronco, y ahora quiere comerme, porque ella dice que el bien que se hace con el mal se paga. ¿ Crees tú que ella tiene razón ?
El burro masca y masca un poco de pasto y al fin dice:
La culebra tiene razón. Yo he trabajado toda mi vida para los hombres. Menos mal que todavía estoy fuerte, pero deja que me ponga viejo, y con toda seguridad me mataran para aprovechar mi cuerpo. Como si lo viera. Por eso el bien que se hace, con el mal se paga. Al menos así pasa con nosotros los burros.
¿ Ya viste ? dijo la culebra. ¿ Para qué nos dilatamos ? Mejor te como de una vez.
¡Ay, no! Grito el campesino. Todavía quedan dos para preguntarles.
Se fueron y encontraron una gallina. Y el hombre le dijo:
Amiga pollita, yo saque a esta culebra de debajo de un tronco, y ahora me quiere comer. Dice que el bien que se hace con el mal se paga. Estoy seguro de que tu también piensas que está equivocada. ¡Díselo, por favor!
¿Aja! Dijo la gallina. ¡Así es mesmamente (cierto es)! Yo pongo mi huevo todos los días para que la gente se lo coma. El día que no lo ponga, hasta la olla del caldo voy a dar. Y eso no es justo. Por eso yo pienso que el bien se hace con el mal se paga. Por lo menos así es para las gallinas.
Al oír esto la culebra salto y se puso enfrente del pobre hombre, y le grito:
¿ No te lo dije ? De veras que te estás poniendo necio. Podemos terminar este asunto de una vez.
¡No, no! Grito el hombre. Me debes otra oportunidad más. Acuérdate del trato.
Después de alegar bastante, se fueron en busca de otro animal. Ya la culebra estaba pero bien confiada de que se iba a comer el hombre. De pronto se encontraron con un coyote. El hombre le grito:
Amigo coyote, amigo coyote, necesitamos que decidas en un caso muy serio que traemos entre la culebra y yo.
Hare lo que pueda dijo el coyote muy serio.
Entonces empieza el hombre:
Esta culebra dice que el bien que se hace con el mal se paga, pero yo digo que el bien que se hace con el bien se paga.
De eso ¿ cómo lo voy a saber yo ? dijo el coyote. Todo mundo sabe que un coyote nunca hace un bien.
Tienes que juzgar a fuerzas exigió la culebra, mientras lo miraba con ojos feroces. Yo tengo hambre.
Se lo explico para que lo entienda le dijo el hombre. Yo alce un tronco de encima de la culebra. Ahora dice que me tiene que comer. Si dijo la culebra, todos saben que el bien se paga con mal.
A mí me parece que los dos se están adelantando dijo el coyote. Antes de juzgar hay que saber si el hombre de veras hizo algún bien. Alzo un tronco. Bueno pero eso ¿que quiere decir? Si la culebra se puede zafar de casi cualquier lado…
No dijo la culebra. Me tenia bien apretada. Si no fuera por este buen hombre, seguro que yo me hubiera muerto. Por eso me urge comérmelo.
El coyote sacudió la cabeza.
La cosa es seria dijo. Tendré que verlo todo.
Los tres regresaron a donde estaba el tronco.
Yo estaba de bajo de esto dijo la culebra.
¿Cómo estaba acostada? Pregunto el coyote.
La culebra se puso nuevamente como estaba cuando la encontró el campesino.
¿y el tronco? Pregunto el coyote al hombre. ¿Dónde se hallaba? Lo tendrás que poner otra vez para que lo pueda ver.
El hombre levanto el troncote ese y lo encimo de nuevo sobre la culebra, para que no se escapara.
¿Estas segura que no te puedes zafar de ahí? Le pregunto el coyote a la culebra. La culebra se sacudió como un perro mojado. Luego se torció como molinillo. Después se hincho como gusano asustado. Nada le sirvió.
No dijo. No puedo moverme ni un tantito.
Bueno dijo el coyote. Ahora estas de nuevo como al principio. El hombre ha deshecho todo el bien que hizo. No le debes nada y no tienes que comértelo. ¿No es así?
La culebra tuvo que aceptar que era justo. El hombre y el coyote se fueron y allí quedo la culebra con el tronco encima otra vez.
¡Me has salvado la vida! Dijo el hombre al coyote. ¡Gracias!
En este mundo todos nos ayudamos dijo el coyote. ¡Mírame! Estoy enfermo y hace mucho que no cazo bien. Pero si yo me como dos de tus mejores borregos, creo que regresaran mis fuerzas.
Los tendrás esta misma tarde le dijo el hombre, y regreso a su casa.
Al llegar le conto a su mujer lo que le paso con la culebra y como lo había salvado el coyote.
¡Quiero que me pongas dos borregos de los más gordos en un costal dijo; en la tarde se los llevo al coyote!
¿Borregos…? Se decía la esposa cuando salió afuera de la casa. ¿Y a un coyote? ¡El viejo se ha vuelto loco! Yo sé cómo tratar a un coyote.
Así que en lugar de los borregos, la mujer metió dos de los perros mas bravos de su casa en un costal, y se los dio a su esposo. Sin sospechar, el hombre llevo el costal donde estaba el coyote y lo puso frente a él.
¡Gracias!
No me lo agradezcas dijo el hombre. Es lo que te debo. Tú me salvaste la vida.
Abrió el costal y los perros brincaron al coyote. El pobre huyo con los perros de detrás y el hombre le oyó gritar:
La culebra tenía razón. El bien que se hace, con el mal se paga.
Y así es como termina el cuento.
Si así es dijo el niño a don Paciano, y el bien que se hace de veras se paga con mal, entonces yo nunca hare ningún bien.
No, niño le dijo don Paciano. Haz el bien como es debido, mas nunca esperes que te paguen por ese bien. Te confundirán con algún coyote.
En este cuento nos hablan de la importancia de cuestionar y de incluir a otros para que cuestionen los sucesos. Más también hemos de aprender que hemos de perdonar la forma de pensar y obrar de otros ya que cada uno en su necesidad de sobrevivir y perdurar en su afán de seguir adelante con sus posesiones y pensamientos, que olvidarán que todos formamos parte de una gran familia y que la labor que hacemos es tan de agradecer la de los demás como la nuestra.
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello del Guerrero Tzolkin (calendario 13 lunas).
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello del Guerrero Tzolkin (calendario 13 lunas).
Desde el Tolzkin en todo este año 2018, estaremos influenciados por la energía de transformación creativa de la noche, sino leíste el cuento de esta energía aquí te dejo el enlace para que lo leas (pincha aquí para leerlo)
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AUTOR: Anónimo
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