Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:
- "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- "¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?"
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- "¡Por supuesto que no!", contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- "Bueno", prosiguió el profesor. "Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar."
- "No entiendo a qué se refiere", dijo el alumno confundido.
- "Muy sencillo", replicó el profesor. "Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad."
- "Muchacho", concluyó el profesor en tono gentil, "tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío."
- "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- "¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?"
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- "¡Por supuesto que no!", contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- "Bueno", prosiguió el profesor. "Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar."
- "No entiendo a qué se refiere", dijo el alumno confundido.
- "Muy sencillo", replicó el profesor. "Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad."
- "Muchacho", concluyó el profesor en tono gentil, "tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío."
Este
cuento, nos habla de la energía del sol (la información que nos
llega a través del universo en el sincronario 13 lunas) nos
invita a saber aceptar y perdonar a nosotros mismos y a los demás.
Tratar de no quedarnos con la bronca o la basura que otros nos tratan de
dejar y liberarlos, liberarnos de malos pensamientos que nos bajan la
vibración y la energía.
Somos libres de elegir que regalos aceptamos.
Somos libres de elegir que regalos aceptamos.
Fuente del conocimiento de 13 lunas escrito de este color: Tormenta Lunar en facebook
Infórmate de:
* Clases semanales en sala
* Formación de Líder/Instructor de Yoga de la Risa
* Sesiones de Coach de la Risa personalizadas
* Sesiones individuales, donde trabajo la consciencia corporal a través de la risa, el masaje y la canalización de energía
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Talleres de Risoterapia para eventos privados o públicos. Donde
aprendemos a través del juego desde el adulto que somos y donde los
valores son más importantes que ganar o perder
Para más información 627 809 748 (también whatsapp) o por mail lachamanadelarisa@gmail.com
Imparte "La Chamana de la Risa" Micaela Barrasa García
Para conocer más sobre mi formación y quien soy
Los creadores de estas obras aquí recopiladas nos han dado un tesoro que perdurará en nuestra memoria y actos. Que nos ayudaran a sembrar semillas de gratitud, alegría y bienestar entre quienes nos rodean. Porque estar alegre nos permite compartir sin mirar con quien.
Mira la vida con los ojos de la alegría y verás maravillas.
Gracias por la labor de quienes hicieron posible este aprendizaje, quienes lo comparten y quienes lo utilizan para su crecimiento y el de los demás.
Se agradece la difusión de este blog y de su contenido, entre aquellas personas que creas pueden estar interesadas. Si te gusta lo que has leído te agradezco que pinches en +1 de esta publicación. ¡Gracias!
Gracias por dedicaros vuestro tiempo en amaros y nutriros, gracias a ello estáis aportando un cambio al mundo para vivir en armonía