Se trataba de dos ermitaños que vivían en un islote cada uno de ellos. El ermitaño joven se había hecho muy célebre y gozaba de gran reputación, en tanto que el anciano era un desconocido. Un día, el anciano tomó una barca y se desplazó hasta el islote del afamado ermitaño. Le rindió honores y le pidió instrucción espiritual. El joven le entregó un mantra y le facilitó las instrucciones necesarias para la repetición del mismo. Agradecido, el anciano volvió a tomar la barca para dirigirse a su islote, mientras su compañero de búsqueda se sentía muy orgulloso por haber sido reclamado espiritualmente. El anciano se sentía muy feliz con el mantra.
Era una persona sencilla y de corazón puro. Toda su vida no había hecho otra cosa que ser un hombre de buenos sentimientos y ahora, ya en su ancianidad, quería hacer alguna práctica metódica.
Estaba el joven ermitaño leyendo las escrituras, cuando, a las pocas horas de marcharse, el anciano regresó. Estaba compungido, y dijo:
-Venerable asceta, resulta que he olvidado las palabras exactas del mantra. Siento ser un pobre ignorante. ¿Puedes indicármelo otra vez?
El joven miró al anciano con condescendencia y le repitió el mantra.
Lleno de orgullo, se dijo interiormente: "Poco podrá este pobre hombre avanzar por la senda hacia la Realidad si ni siquiera es capaz de retener un mantra". Pero su sorpresa fue extraordinaria cuando de repente vio que el anciano partía hacia su islote caminando sobre las aguas.
Este cuento nos muestra la pureza del amor incondicional y cómo el ermitaño anciano dispone de un mundo sereno de emociones y le lleva a acercarse con inocencia y humildad para seguir aprendiendo del ermitaño joven. Esa inocencia le hace que al ver que no hizo la tarea que le encomendó volviera a pedir consejo al ermitaño joven y volviera, porque su mayor anhelo es servir y amar y sólo lo puede hacer creciendo y compartiendo con humildad.
También se lo puede ver cómo un guiñó del anciano que aporta un ápice de sabiduría al joven dónde jugando le muestra que cada uno aprende sin agobiarse y aceptando su proceso evolutivo.
En este cuento está la enseñanza de la energía del sello del Sol del Tzolkin (calendario 13 lunas).
Desde mi verdad y con todo mi amor y respeto.
Agradezco que dejes tus observaciones a este cuento, para ello lo puedes hacer más abajo en comentarios.
Puedes recibir un mail con lo que publico, si te suscribes. Para ello, debes ir a donde pone SUSCRIBIRTE POR CORREO ELECTRONICO (arriba a la derecha) verás que hay un espacio para escribir tu correo electrónico y luego pinchas en el botón de SUBMIT. Se te enviará un mail a tu correo electrónico. Por tanto, luego has de ir a mirar tu correo electrónico para aceptar la subcripción al blog y recibir un mail con las publicaciones que realice cada día.
FUENTE:
Recopilado de la sabiduría de la India por Ramiro A. Calle
Recopilado de la sabiduría de la India por Ramiro A. Calle
No hay comentarios:
Publicar un comentario