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PARA TU INTERES

30/12/17

CUENTO "EL ÁRBOL DE LAS MANZANAS"

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo apreciaba mucho y todos los días jugaba a su alrededor. Trepaba por el árbol, y le daba sombra. El niño amaba al árbol y el árbol amaba al niño. 

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. 

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: “¿Vienes a jugar conmigo?”. 

Pero el muchacho contestó: “Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos”. 

“Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero… pero puedes tomar todas mis manzanas y venderlas. Así obtendrás el dinero para tus juguetes”. 

El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. 

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste. 

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: “¿Vienes a jugar conmigo?”. 

“No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?”. 

“Lo siento, no tengo una casa, pero… puedes cortar mis ramas y construir tu casa”. 

El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario. 

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. “Vienes a jugar conmigo?”, le preguntó el árbol. 

El hombre contestó: “Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?”. 

El árbol contestó: “Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. 

El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo. 

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: “Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte, ni siquiera manzanas”. 

El hombre replicó: “No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar… ahora ya estoy viejo. Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años…”. 

Entonces el árbol, con lágrimas en sus ojos, le dijo: “Realmente no puedo darte nada… lo único que me queda son mis raíces muertas, pero las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven, siéntate conmigo y descansa”. 

El hombre se sentó junto al árbol y éste, feliz y contento, sonrió con lágrimas.

Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá… Cuando crecemos los dejamos… Sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas… No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Parece que el muchacho es cruel contra el árbol… pero es así como nosotros tratamos a veces a nuestros padres. Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado



Este cuento nos habla de la nutrición que podemos dar a lo largo de toda nuestra vida a un ser querido y lejos de ser un sacrificio, es la expresión del amor que da sin pedir nada a cambio, sabiendo que toda experiencia tiene un aprendizaje del que nos hacemos responsables. 
Apoyar en tiempos dónde la inconsciencia de la infancia, la juventud, incluso en la maduración egoísta dónde sólo tienen ojos para ell@s mism@s, nos la oportunidad de co-crear una realidad dónde seguir dando de nosotr@s con respeto sabiendo que estamos nutriendo más allá del momento presente y que nos llevará a regalarles los frutos del amor maduro para que se nutran con nuestras raíces y así abonar las suyas si están preparados para ello.

En este cuento está la enseñanza del sello del Dragón del Tzolkin.



Desde mi verdad y con todo mi amor y respeto. 

Agradezco que dejes tus observaciones a este cuento, para ello lo puedes hacer más abajo en comentarios.
 

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FUENTE:
Autor: Aviano

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