Un padre deseaba para sus dos hijos la mejor formación mística posible. Por ese motivo, los envió a adiestrarse espiritualmente con un reputado maestro de la filosofía vedanta.
Después de un año, los hijos regresaron al hogar paterno.
El padre preguntó a uno de ellos sobre el Brahmán, y el hijo se extendió sobre la Deidad haciendo todo tipo de ilustradas referencias a las escrituras, textos filosóficos y enseñanzas metafísicas.
El padre preguntó a uno de ellos sobre el Brahmán, y el hijo se extendió sobre la Deidad haciendo todo tipo de ilustradas referencias a las escrituras, textos filosóficos y enseñanzas metafísicas.
Después, el padre preguntó sobre el Brahmán al otro hijo, y éste se limitó a guardar silencio.
Entonces el padre, dirigiéndose a este último, declaró:
-Hijo, tú sí que sabes realmente lo que es el Brahmán.
Entonces el padre, dirigiéndose a este último, declaró:
-Hijo, tú sí que sabes realmente lo que es el Brahmán.
Este cuento nos muestra que la presencia del último hijo al que se le pregunta, esta llena de la enseñanza que emana de una persona que esta en comunicación con la divinidad.
Los maestr@s canalizan la información y saben que sus predecesores, han de tener en cuenta de que su enseñanza estará basada en la comunicación con la Divinidad que les aporta los conocimientos mediante el aprendizaje que realizaron durante toda su vida y es banal que dispongan de recursos físicos.
El Brahmán da esta información a todos por igual, sin embargo, aquel que esta en sincronía y que sigue las pistas llega a su propia iluminación.
Para alcanzar este punto nos encontramos que hemos de disponer de un Maestro que nos aporte las trabas necesarias para llegar a decidir libremente si deseamos alcanzar la sabiduría y así transformar el orgullo en humildad. De ello, la parte final del cuento donde el último hijo sabe que las palabras sobran, porque aprendió que todo esta en el silencio de la escucha interna y la observación.
La enseñanza del sello del Viento del Tzolkin esta presente en este cuento.
Los maestr@s canalizan la información y saben que sus predecesores, han de tener en cuenta de que su enseñanza estará basada en la comunicación con la Divinidad que les aporta los conocimientos mediante el aprendizaje que realizaron durante toda su vida y es banal que dispongan de recursos físicos.
El Brahmán da esta información a todos por igual, sin embargo, aquel que esta en sincronía y que sigue las pistas llega a su propia iluminación.
Para alcanzar este punto nos encontramos que hemos de disponer de un Maestro que nos aporte las trabas necesarias para llegar a decidir libremente si deseamos alcanzar la sabiduría y así transformar el orgullo en humildad. De ello, la parte final del cuento donde el último hijo sabe que las palabras sobran, porque aprendió que todo esta en el silencio de la escucha interna y la observación.
La enseñanza del sello del Viento del Tzolkin esta presente en este cuento.
Desde mi verdad y con todo mi amor y respeto.
Agradezco que dejes tus observaciones a este cuento, para ello lo puedes hacer más abajo en comentarios.
Agradezco que dejes tus observaciones a este cuento, para ello lo puedes hacer más abajo en comentarios.
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