Nacemos con una humildad y una inocencia, con alma pura.
Sabemos lo que queremos vivir, disfrutar, ser.
Los primeros años exploramos de una manera instintiva. Más luego, de repente, incluyen en nuestra vida, a una persona que desconoce quienes somos.
Que desconoce nuestros primeros años de vida.
Que desconoce nuestra belleza, nuestras inquietudes, nuestros dones, nuestros potenciales...
Y nos dicen que tenemos que aprender lo que esa persona nos dice y obedecerla en todo.
Y nunca tuvo previo contacto conmigo y no supo cómo hablarme, ni cómo guiarme, ni cuáles eran mis sueños.
Mi mundo empezó a desmoronarse. Mi camino de conocerme, desarrollarme y explorar se torció.
Cuando hablaba con mis mayores, empecé a sentir qué apoyaban más a un desconocido que a mí.
Seguí creciendo y me doy cuenta de lo que aquella persona adulta que me pusieron de niña y todo lo que me metió en la cabeza, ahora me puede aunque no quiera. Sin embargo cada día barro aquella información que hoy me permite ser yo misma.
Ya que dentro de mí existía una naturaleza salvaje que necesitaba ser sembrada, que necesitaba dar sus frutos, que necesitaba desarrollarse y sencillamente ser.
Sabemos lo que queremos vivir, disfrutar, ser.
Los primeros años exploramos de una manera instintiva. Más luego, de repente, incluyen en nuestra vida, a una persona que desconoce quienes somos.
Que desconoce nuestros primeros años de vida.
Que desconoce nuestra belleza, nuestras inquietudes, nuestros dones, nuestros potenciales...
Y nos dicen que tenemos que aprender lo que esa persona nos dice y obedecerla en todo.
Y nunca tuvo previo contacto conmigo y no supo cómo hablarme, ni cómo guiarme, ni cuáles eran mis sueños.
Mi mundo empezó a desmoronarse. Mi camino de conocerme, desarrollarme y explorar se torció.
Cuando hablaba con mis mayores, empecé a sentir qué apoyaban más a un desconocido que a mí.
Seguí creciendo y me doy cuenta de lo que aquella persona adulta que me pusieron de niña y todo lo que me metió en la cabeza, ahora me puede aunque no quiera. Sin embargo cada día barro aquella información que hoy me permite ser yo misma.
Ya que dentro de mí existía una naturaleza salvaje que necesitaba ser sembrada, que necesitaba dar sus frutos, que necesitaba desarrollarse y sencillamente ser.
Hoy me animo a ser esa naturaleza salvaje. Que está muy lejos de ser inadecuada, de ser negativa, de ser castigada.
Igual que en la naturaleza existen árboles, plantas, arbustos y flores, cada ser humano somos una especie única e irrepetible y no crecemos por igual, ni a lo ancho, ni a lo alto, ni profundizamos en nuestro conocimiento por igual.
Me dejo guiar por la fuerza interior que traje y sencillamente me voy a lo salvaje, a lo desconocido, por que ello me da la vida y la felicidad, porqué me permito ser.
Este texto surgió al escuchar la canción de Amaral "Hacia lo salvaje" en mi formación de Cuentoterapia, a la que estoy tan agradecida a sus profesores y compañeros que la cursan.
En la vida constantemente están llegando señales para que volvamos "Hacia lo salvaje", hacia aquel lugar que en algún momento de nuestra infancia, adolescencia o edad adulta dejamos de explorar, y que en el momento presente nos hace sentir un vacío porque esa vivencia se dejó sin experimentar, sin desarrollar.
Es así como muchas personas cuando están en sus últimos días de aventuras en el cuerpo que trajeron a la tierra, que haciendo un breve recorrido por su vida, se arrepienten de lo que han vivido porque no fueron "Hacia lo salvaje". Porque el miedo les pudo, porque el querer que les quisieran como ellos querían les ató, porque era mayor el deseo de estar con alguien y sentirse sólo, que el deseo de sentirse libre y amado en plenitud por si mismo/a.
Hoy es tu momento, hoy es tu día. Siente tu lado salvaje y, vuela, corre, nada "Hacia el salvaje". Es más, quizás encuentres otra forma de ir "Hacia lo salvaje" que aún no tiene una palabra creada para ello.
Permítete que cada día sientas en tu vida el lado salvaje y así cada día estarás preparado para partir y abandonar tu cuerpo sin echar la vista atrás y sin recriminarte que pudo ser y que no fue.
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¡Ven, te espero en mis talleres para que aprendas a ejercitar la Risa! ¡Esto no sé explica, se vive!, todo es cuestión de práctica y constancia. Fusiono dinámicas de la Risoterapia y el Yoga de la Risa, con ejercicios teatrales desde el disfrute y el juego con una base de inteligencia emocional y psicología positiva donde los valores que trabajamos son empoderar y nutrir a la persona. Me amo, me acepto y me libero.
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Desde mi verdad, con todo mi amor y respeto. Dedicado a todos los que se atreven a ser ellos/as mismos/as: a ser felices.
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