Ya desde el
nacimiento nos encontramos con una serie de expectativas que ponemos a los recién
nacidos/as. Esas expectativas se van inculcando en la educación y en la
comunicación que recibimos y que va a depender de nuestra conexión con quienes
somos, que se mantengan en un segundo plano o que desplacen a nuestra conexión
a lo largo de los años y hagamos otro camino con el que dejaremos de volar, de
sentirnos libre, donde faltará la libertad, la expresividad, la alegría, el disfrute...
de quienes somos con la sociedad.
Es importante ser
consciente que lastres tenemos para ver porque nos falta la libertad para ser felices,
que pesos cargamos que nos mantienen atados a una argolla y nos impiden ver la
vida desde una mayor perspectiva. Eres más parecido a tus antepasados/as de lo
que te imaginas.
Saber que somos
capaces de crear nuestra realidad desde el conocimiento de nuestra esencia es
fundamental para ser libres. Ser libre es la verdadera lotería, la verdadera
magia que necesitamos. ¿Quieres ser libre?
La infancia es el
período de tiempo donde vamos poco a poco dejando de ser libres y necesitamos
conectar con nuestra felicidad sin tener que dejar de tener una independencia como
la teníamos cuando aún dependíamos de nuestros padres. Gracias a la Risa que
siempre es nuestro bote salvavidas, podemos volver a traer la libertad, la
manera de ver la vida de una manera única e irrepetible que nos de la alegría, paz
y amor que necesitamos: en pocas palabras a ser tu mismo/a desde tu propia visión.
Si quieres que te
guíe hacía la alegría desde mi proceso evolutivo con la Risa y mi experiencia, ¡ven,
te espero en mis talleres para que aprendas a ejercitar la Risa! ¡Esto no sé
explica, se vive!, todo es cuestión de práctica y constancia. Vuela en libertad sólo necesitas confiar en ti, verás
cuantas personas ya lo viven.
Talleres
en sala y al aire libre (todos los domingos por la mañana, salvo
excepciones), dónde
ejercitamos la Risa desde dinámicas del teatro, Risoterapia, Yoga de la
Risa, el aprendizaje del mundo del payaso de hospital, para conectar con
tu
alegría interior. Las palabras jamás podrán decir lo que vivirás.
¡Cuéntamelo tú después de vivirlo!
Agradezco que me dejes tus observaciones a esta reflexión. Lo puedes dejar escritos más abajo en comentarios.
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