Un leoncito cachorro abandonado por su madre fue acogido cariñosamente por un rebaño de ovejas y se crió entre ellas en las cercanías de un hermoso lago. Creciendo allí llegó a creer que él también era una oveja.
Cuando llegó a la edad adulta y siendo un enorme león, se comportaba como cualquiera de las demás ovejas. Un día se acercó otro león adulto y hambriento hasta allí y se asombró mucho de observar que ese león, mucho más grande y fuerte que él, huyera como hacían las ovejas, brincando y balando con el resto de los miembros del rebaño. Después de mucho esfuerzo logró arrinconarle. Inútilmente intentó explicarle que no debía huir porque ERA UN PODEROSO LEON.
Cuando llegó a la edad adulta y siendo un enorme león, se comportaba como cualquiera de las demás ovejas. Un día se acercó otro león adulto y hambriento hasta allí y se asombró mucho de observar que ese león, mucho más grande y fuerte que él, huyera como hacían las ovejas, brincando y balando con el resto de los miembros del rebaño. Después de mucho esfuerzo logró arrinconarle. Inútilmente intentó explicarle que no debía huir porque ERA UN PODEROSO LEON.
Finalmente, con un gran esfuerzo le arrastró hasta el lago cercano. Allí le obligó a mirar su reflejo en la superficie del agua. Cuando el león observó su rostro, su cuerpo y melena, reflejados nítidamente en la superficie del agua sintió un estremecimiento de pies a cabeza y desde lo profundo de sus entrañas se elevó la más intensa emoción interna y brotó el más fuerte y poderoso rugido que se había escuchado jamás haciendo eco a través de todas las montañas y valles del mundo.
A partir de entonces el león juró defender a aquellas ovejas con su poder y fuerza. Y así lo hizo hasta el fin de sus días”
A partir de entonces el león juró defender a aquellas ovejas con su poder y fuerza. Y así lo hizo hasta el fin de sus días”
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En
esta leyenda se nos muestra que creer aquello que nos dicen que somos por nuestra apariencia, nos puede llevar a creernos algo que no sentimos. Hemos de cuestionar si somos nuestra apariencia o lo que sentimos que nos da paz. Es en ese punto donde he de ver si lo que siento me da paz, da igual cual sea mi naturaleza, porque quizás la naturaleza que son el resto de mis semejantes sea dañina porque se comportan de una manera que esta lejos de ser su verdadera esencia y si quiero crear un cambio en la sociedad he de utilizar mi fuerza vital para cambiar la realidad desde la fuerte creencia de que soy lo que soy sin importar mi imagen externa.
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